martes, 15 de abril de 2008

MARTES DE COCINA


En un curso que tomé hace ya tiempo, la expositora hablando del tema del hogar, del darte y dar lo mejor que puedas a tu marido y a tus hijos, nos contaba la anécdota de una conocida de ella, que cuando esta señora se casó entre los regalos de boda que recibió estaba una vajilla preciosa, francesa, muy fina. Ella, en cuanto llego de la luna de miel, la guardó en un lugar bastante seguro de su vitrina, para evitar que se dañara; y pensó; " cuando cumpla mi primer aniversario de bodas, haré una rica cena con nuestros amigos más allegados y estrenaremos la vajilla, el tiempo pasó, y al cumplir el primer aniversario de bodas, ella estaba ya en el primer trimestre de embarazo, por lo que no quiso ni pensar en la dichosa cena, y penso: "cuando nazca mi bebe, en su bautizo estrenaremos la vajilla" y cuando nació la bebe, en su bautizó, supuso que era arriegado sacar su dichosa vajilla, por lo que pensó que tal vez en otra ocasión, más adelante la sacaría, y así fue pasando el tiempo, los bautizos de sus otros hijos, las primeras comuniones, los quince años de las hijas, la petición de mano de su hija mayor, y hasta el bautizo de su primer nieto, entonces, sucedio... su hija mayor, en un terrible accidente murió, la señora, desconsolada tuvo toda la noche del velorio para pensar en como habia sido su vida, la de su hija, como seria ahora la vida de su pequeña nieta, reflexionó en cuantas cosas habia hecho, y dejado de hacer con su hija, en cuantas cosas dijo y en las que le dejó de decir... entonces, al dia siguiente después del entierro, ante el asombro de todos, invitó a sus otros hijos, y demás familiares a su casa a comer, y saco su dichosa vajilla, nuevecita después de tantos años... y les empezó a contar la historia de esa vajilla a sus familiares, y terminó diciendoles que ni un dia más podia estar esa vajilla guardada, porque las cosas son para disfrutarse con los seres a quien más queremos, y esos son nuestros hijos, nuestro marido, nuestros amigos. Así los invitó a reflexionar a que permitieran sentarse a sus hijos en el comedor, no a comer arrinconados en la cocina, a jugar juegos de mesa en la sala, a disfrutar de las cosas con los seres amados, pues las cosas son solo eso...cosas.


Les comparto esta rica receta propia para este tiempo de calorcito.


GELATINA DE DURAZNO

ingredientes: 1 lata de leche evaporada, 1 lata de mediacrema, 1 cajita de gelatina de durazno, 1 lata de jugo de durazno (o dos de cartoncito chicos), 1 lata de duraznos en almíbar.

se calienta el jugo en una olla pequeña, y cuando esté bien caliente, (que no llegue a hervir) se disuelve la gelatina en él, hasta que no queden grumos.

Aparte se licua la mediacrea, la leche, 2 o 3 rebanadas de duraznos, un chorrito del almíbar de los duraznos, cuando esté todo perfectamente integrado en la licuadora, agregamos lo de la gelatina (ya no tan caliente), y volvemos a licuar hasta que todo quede bien licuado. Se pone a refrigerar en un recipiente de vidrio, (de preferencia con tapa para que dure en perfecto estado la gelatina, sin resecarse), cuando comience a cuajar, se adorna con rebanadas de durazno.



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